Se me cayó un diente por accidente, ¿qué debo hacer?
- Dra. Andrea Castro
- 10 dic 2024
- 2 Min. de lectura
Perder un diente de manera repentina puede ser una experiencia angustiante… pero mantener la calma es clave para maximizar las posibilidades de salvarlo. Los dientes permanentes, si se manejan adecuadamente y se actúa rápido, pueden reimplantarse con éxito. Aquí te explico lo que debes hacer para enfrentar esta situación.

Paso 1: Mantén la calma y localiza el diente
Lo primero es encontrar el diente. Tómalo por la corona (la parte visible que usamos para masticar) y evita tocar la raíz. Es fundamental no frotarlo ni lavarlo con fuerza, ya que esto puede dañar los tejidos vivos que aún podrían ayudar en su reimplantación.
Paso 2: Limpia el diente con cuidado
Si el diente está sucio, enjuágalo con agua o suero fisiológico. No utilices jabón, alcohol ni otros productos químicos… y recuerda no rasparlo ni intentar quitarle los restos de tejido.
Paso 3: Coloca el diente en su lugar (si es posible)
Si te sientes capaz, intenta reinsertar el diente en su alveolo (el hueco en el que estaba). Hazlo suavemente, asegurándote de que esté en la posición correcta. Puedes morder un pañuelo limpio o gasa para mantenerlo en su sitio mientras te diriges al dentista.
Paso 4: Si no puedes reinsertarlo, consérvalo adecuadamente
Es esencial mantener el diente húmedo hasta llegar al consultorio dental. Estas son las mejores opciones:
Coloca el diente en un recipiente con leche (preferentemente entera).
Si no tienes leche a la mano, utiliza suero fisiológico.
Como última opción, mantenlo dentro de tu boca, entre la mejilla y las encías (solo si es seguro y no existe riesgo de tragarlo).
Evita guardarlo en agua de la llave, ya que esto puede dañar las células de la raíz.
Paso 5: Ve al dentista de inmediato
El tiempo es crucial. Lo ideal es llegar al dentista dentro de los primeros 30 minutos, aunque un diente puede tener posibilidades de ser reimplantado incluso después de una hora si se ha conservado adecuadamente.

¿Qué pasa después?
El dentista evaluará el estado del diente y el alveolo. Si las condiciones son favorables, intentará reinsertarlo y estabilizarlo con una férula dental. En casos más complejos, puede que sea necesario recurrir a tratamientos adicionales o a opciones de reemplazo como implantes o puentes dentales.
Recuerda que incluso si el diente no se puede salvar, actuar rápidamente minimiza los riesgos de infección y prepara mejor la zona para futuros tratamientos.
La prevención es clave
Si practicas deportes de contacto o actividades con riesgo de impacto, considera el uso de protectores bucales personalizados… ¡Son una inversión que puede salvarte más de un diente!
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